ICTUS: SÍNTOMAS
Debemos conocer en qué consiste un ictus para poderlo reconocerlo a tiempo y tratarlo con la mayor urgencia posible, puesto que en los accidentes cerebrovasculares la rapidez de actuación es importantísima y su detección precoz minimizará los daños e incluso puede salvar la vida del paciente.
Hay ocasiones en las que la persona que sufre un ictus hemorrágico no se percata y los síntomas dependerán de la localización en el que se produce el accidente cerebrovascular. Los síntomas suelen ser de rápida aparición, aunque también los hay que surgen de manera intermitente durante uno o dos días.
Lo más frecuente en el ictus hemorrágico es que los síntomas aparezcan en el inicio, aunque a medida que pasan las horas, progresa el sangrado, haciéndose los síntomas más evidentes (suele ocurrir en el 35 por ciento de los casos).
Habitualmente los síntomas más frecuentes son:
- Dolor de cabeza severo y repentino, sin causa conocida, que puede empeorar al tumbarse boca arriba, al cambiar de posición o al hacer cualquier esfuerzo.
- Alteración del nivel de consciencia o lucidez.
- Alteración del habla, cambiando palabras o haciendo expresiones incongruentes.
- Problemas para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación
- Vómitos.
- Pico alto de tensión arterial.
Pudiéndose presentar también:
- Entumecimiento u hormigueo de un lado del cuerpo, debilidad muscular en la cara, el brazo o la pierna de un lado.
- Alteración del sentido del tacto, sensación de hormigueo o falta de sensibilidad en una extremidad.
- Confusión o pérdida de memoria.
- Dificultad para leer, escribir, hablar o entender a los que le hablan.
- Trastornos de la visión, desaparición de un lado de la imagen (el paciente dice ver la mitad de las cosas), sensación de inestabilidad visual y zonas de visión alteradas.
- Pérdida de equilibrio, mala coordinación y sensación de mareo.
- Problemas en la deglución (tragar).
Ante la presencia de uno o varios de estos síntomas de alarma, se debe acudir rápidamente al servicio hospitalario de urgencias médicas más cercano a su domicilio.
Si se llega a un centro hospitalario antes de las seis primeras horas desde el inicio del cuadro del accidente cerebral, las posibles complicaciones secundarias al ictus se podrán ver reducidas. Cada minuto que pasa va en contra, dañándose más neuronas y empeorando el cuadro,
El ictus se considera una emergencia médica, dándole prioridad en urgencias de cualquier centro hospitalario. Una vez sean confirmados los síntomas le realizarán pruebas de diagnóstico por imagen (escáner, resonancia magnética cerebral, ecografía doppler, etc.) para detectarlo y así poderlo tratar a tiempo.
Las secuelas derivadas del ictus, deberán ser tratadas por un profesional especializado, en el campo visual, todas las pérdidas de campo podrán ser tratadas y rehabilitadas.